Estamos convencidos de que la generación de grandes cambios implica el involucramiento e impulso de las juventudes como agentes de cambio, constructores de sus propias realidades y creadores de nuevas posibilidades de futuro.

El cambio social es un proceso de ‘largo aliento’ que exige perseverancia, a sabiendas de que los cambios reales y profundos llevan tiempo; constancia y fortaleza para superar las barreras de la apatía, la crítica y el desánimo; y de esperanza, para continuar firmes bajo la certeza de que los cambios son posibles.